jueves, 31 de diciembre de 2015

Mis quince chistes malos

Yo no podía acabar el año sin poner mis chistes malos, que igual este año son un poco mejores, pero tampoco mucho.

Pero antes, mis cosas maravillosas del año. 

N, siempre. Mis ahijados, la mayor, el pequeño y la postiza. Mis comadres, apoyo constante a pesar de la distancia. Los tres clubes de lectura. Carmen y Gordipé, y sus rápidas llamadas en un momento chungo sólo para decir ¿qué necesitas, en qué te puedo ayudar? Pe y LaRizos y nuestro amor loco por Danny Castellano y ese día en casaPe con el coprimerismo al completo (hola, Bim, so rancio). Anijol y los correos de los viernes. Lola y sus visitas casi por sorpresa. Mahiraless y Misia, vuestras alegrías son las mías, y vuestras penas, también. Desgraciaíto y Newland que mejoran mi vida en general y con los auriculares en particular. Mi Themi bonita, siempre se nos hacen cortas las visitas. Málaga, Málaga, Málaga. Mi 40 cumpleaños, a pesar de mis torpezas. Otra gente que ni tiene blog ni nada y que me quiere porque sí. Y yo misma, qué cojones, que he sido fuerte en este año de mierda que tenía papeletas de sobra para no dejarme más que penas para recordarlo.

Vaya, pues resulta que son quince. Pero en realidad no es una lista, claro que no...porque seguro que se me olvida gente, y cosas y lugares que han sido, como dijo Misia hace tiempo, la cara A de un año llenito de cara B.


Bueno, ya, al lío. Vamos que nos vamos (espero que no se me cuele ninguno repetido)

- Tío, mi mujer tiene un lunar súper sexy en la nalga izquierda
- Derecha
- ¿Eh?
- Nada, que gires en la próxima

- ¿Cuál es su mejor virtud?
- La diplomacia
- A ver, deme dos ejemplos
- Dos hostias te voy a dar

- ¿Cuánto cuestan unos calamares?
- Ocho euros
- ¿Y a la romana?
- VIII €

- Hija, ¿me he pasado con el maquillaje?
- No, vas bien, mamá
- Soy papá
- Entonces sí

Riiing, riiing

- ¿Diga?
- Hay una bomba en su casa. Si no quiere morir deberá tener sexo anal con su marido.
- ¿Paco?
- Qué Paco ni qué Paco...

- Mira, cariño, he montado la cama de Ikea sin mirar las instrucciones
- Era un armario...
- Vaya...

- Me he hecho a mí mismo
- Pues te has hecho mal

- ¿Se quedará a dormir?
- Sí
- Quizás debería saber que la casa está encantada
- ¿Sí? Dígale que a mí también me hace mucha ilusión

- He descubierto una vacuna contra el daltonismo.
- Perfecto, ¿cuál es?
- La roja
- ¿Esta?
- La otra
- ¿Esta?
- Sí
- Es verde
- Entonces la otra

- Según la inquisición, debemos quemar a ese hereje
- ¿A ese hereje?
- De ja
- De je
- De jebe tu de jeberi seibiunova majavi...

- No puedo dormir por mi déficit de atención
- Cuenta ovejas
- Una oveja, dos ovejas, pato, cabro, en la granja de Pepito, eeeee Macarena

- Soy una persona serie, responsable, emprendedora, altruista, trabajo en equipo...
- Ha dibujado una polla en el curriculum
- También pinto

- ¿Nivel de inglés?
- Alto
- ¿Cuántos años tienes en inglés?
- Los mismos que en español
- Ya le llamaremos

- Bienvenidos al curso para controlar la ira, en la lección de hoy...
- HABLA MÁS ALTO, HIJO DE PUTA
- ME VAS A COMER LOS HUEVOS

- Mamá, ¿el pollo engorda?
- Si le das mucho de comer, supongo que sí.
- Me refiero el pollo a mí
- ¿Cómo te va a dar de comer un pollo?

Y colorín colorado, este Bichejo se ha acabado.


miércoles, 30 de diciembre de 2015

The sound of music

Día 30 de diciembre de 2015. Llego tarde para escribir las 15 cosas que molan. Llego tarde, que es mi especialidad existencial. Siempre me debato entre pensar que soy un asco de persona, o que soy súper auténtica, que es lo que nos decimos al espejo cuando vemos que no hemos evolucionado una mierda. 
Pero a lo que vamos, que yo había pensado hacer un repaso de este año en canciones.
Y enero empezó como un reto: sin curro, sin proyectos, sin prestación… y con dinero decreciente. Sigo como mi padre nos enseñó;  resistiendo y abriéndome paso con los cuernos para adelante.
 Febrero siguió a enero con una cadencia melancólica que es uno de los estados por los que pasas mientras luchas: subes, te creces, te cansas, te recuperas y  te vuelves a crecer. Y de repente recibí una llamada para hacer una entrevista que ya no esperaba. Y me sentí terriblemente SEXY (profesionalmente, que para la  autoestima casi mejor que echar un polvazo).
En marzo la cosa volvió a estancarse. Y seguí apretando el paso.  Por cierto, el dinero se acabó. Pero afortunadamenteestuvo Thor para socorrerme y pagar mis facturas.
Y así llegaron mis 38 abriles. El mes acabó en tacones; los míos llegando justa a una entrevista.
En mayo recuperé el optimismo, con un proyecto para un mes y un nuevo contacto laboral. ¿Y si las cosas cambiasen, por fin?
En junio no tengo oferta en firme aunque todo pinte bien, así que seguimos a buen ritmo. Y en julio recupero buenas costumbres, como comer atascos camino de Alcobendas y reclamar facturas.  Poco a poco me he vuelto madrileña; quién lo hubiera dicho…
Llegado agosto, llegan las mejores vacaciones de los últimos 20 años. Sin trabajo, pero con oferta por escrito para septiembre. Tomo el sol en Dènia como nunca, con mis cremas home-made y me pongo más morena que cuando vivía en Mallorca. Y descanso y disfruto tanto...
Tanto que llega un septiembre feliz, en el que empiezo en mi nuevo trabajo. No me lo creo en todo el mes. Encima me conceden ir a un curso a Chicago en octubre. ¡¡CHICAGO!!
Como no todo iba a ir perfecto, aparecen noticias de cerdocabrón en noviembre y Thor vuelve a socorrerme. Esta vez haciéndome de abogado y saltándose la regla de las tres P: no representar ni a putas, ni a pobres, ni a parientes. El asunto no está arreglado, ni mucho menos, pero qué cachonda me pone mi jurista.
Y termino este año FELIZ. Con mayúsculas.
Os deseo mi cambio de racha a todos. Y a quienes les esté costando el año… ánimo. Si yo he podido, vosotros podréis.
P.D. Gordi, sí que he puesto 15… quince canciones para doce meses, ;)


2015 y un rito de paso

Este año no nos dejan hacer listas, y lo entiendo. Hay que pensar en el futuro, y el futuro tiene la particularidad de que los años se cuentan en orden creciente, no decreciente, así que cada año la lista tendría una línea más, con lo que llegaríamos al 2050 escribiendo post largos y desmedidos, interminables como la cola del Reina Sofía cuando llegan los autobuses de japoneses. La buena noticia es que cada año contaríamos un motivo más de alegría. La mala es que, en el 2050, para cuando quisiéramos leer la última línea ya se nos habría olvidado la primera. Bueno, eso para el que tuviera la suerte de conservar todavía los ojos en las cuencas, claro.

Y ese es sólo uno de los factores, queridos míos. El otro es que nuestras anfitrionas cada año publicitan mejor la idea del blog buenrollista, y esto trae como consecuencia que cada vez somos más participantes. El primer año se animaron 30, en 2014 ya nos apuntamos 38, así es que, de seguir la progresión, en 2050 seremos más de 300 contando cosas. Hablo de una progresión aritmética, natürlich, porque de ser geométrica superaríamos los150.000 escribientes o, lo que es lo mismo, pasaríamos de multitud a turbamulta.

Entonces, nada de listas. Así es que tendré que elegir una sola cosa entre la fiesta de disfraces, los veinte años de mi sobrino, el viaje de verano, la boda de mi mejor amiga, las torrijas de mamá, los zapatos comodísimos que encontré en aquella tienda, el libro maravilloso que leí en mayo, los paseos veraniegos con tres perros, los tres perros, la compra de leña para la chimenea, el peso mantenido y contenido, el reencuentro con la peluquera después de su interminable embarazo, el club de lectura, el abono de fútbol... Casi que voy a parar no sea que me salga una lista y no quiero.

Con todo, me parece muy bien que haya estas instrucciones, porque este año lo tengo fácil si sólo tengo que elegir una cosa que sobresalga entre todo lo demás del 2015. Y es que quise convocar a todas las personas que quiero, que son muchas, a que vinieran a celebrar conmigo uno de esos ritos de paso a los que se debe rendir tributo. Y si la vida es toda ella un regalo, llegar además a mi edad con este cuerpo y esta cabeza es algo muy de celebrar. Allí estaban todos, con su buen humor y su alegría, con su buen rollo y su generosidad, con esa complicidad que proporciona la buena amistad festejando que la vida no pasa, ni mucho menos, en balde. 

martes, 29 de diciembre de 2015

Lo de las quince que en realidad es una, cosas

Había escrito la primera de todos para las quince cosas. 
Una soplapollez basada en una receta agridulce para 2015 con las cosas buenas y malas y me había puesto, lo mismo, pelín intensita. Pelín en plan literatura barroca tan típica mía en modo duro. Un horror, vamos, pero yo que se, era mi año demierda y mi forma de poder escaquearme con el tema de las listas, que a mí me gustan y me parecía fatal no poder darle. 

El caso es que he estado pensando y he llegado a la conclusión de que no, que porloscojones. Que esa receta no es verdad o aunque sí lo sea, este es un blog buenrrollista y no pegaba mucho. Sí, es cierto que en este año me ha pasado una cosa muy gorda y muy dura y muy bestia y muy, muy dolorosa pero me van a perdonar (seguro que me entiendes, mamá) pero es que también me ha pasado algo muy GRANDE. Algo enorme. Algo magnífico. Algo que eclipsa totalmente todo lo demás. Ni pedidas de matrimonio (otro que fijoquementiende), ni sacamientos de carné, ni vueltas al karate ni pollas en vinagre. No. Hay algo que hace que 2015 sea el MEJOR año del mundo. 
Y bueno, en realidad miento. No es algo. Es... ALGUIEN.

Mi hija.

Cágate. 

He vivido el peor truque de la historia desde que a mi madre se le murió su padre al nacer mi hermano (estamos malditos, yo paso de que Bea nos haga abuelos, desde ya os lo digo, nenes) pero aunque haya perdido lo más grande, que lo he perdido y me duele todo, he ganado, también lo más grande porque las cosas son así, la vida es así y esas mierdas que dice Bucay y adopta Mistergüondeful que son una caspa (Hola mariache), pero que ciertamente, son.

El tema y al caso, que cómo coño voy a comparar nada. Es que no tiene punto de comparación, es que en este blog de temas felices yo tengo EL tema. El más grande, el más gordo, el más mejor del mundo. 
Tengo que he sido MADRE. Que coño, que sigo siéndolo. Cien por cien. A tope de pagüer madrecil. Dormir está sobrevalorado, follar en condiciones es una utopía y mis pezones sufren en silencio cual hemorroide, pero yo tan feliz porque es que mola. Todo. Es lo mejor que me ha pasado nunca. Es tenerla en brazos y querer morir de amor tolrato. Es olerla y sonreír. Es algo maravilloso, en serio. Maravilloso. 

Así que no, no hubiera sido justo que en este marco incomparable de buenrollismo sinigual me pusiera a contar penas gordas cuando tengo la mayor de las alegrías de mi vida a día de hoy. 
Estoy triste, claro, mucho, pero soy tan feliz cuando me dedico al tema de la maternidad y es algo que llena tanto que la balanza está desequilibrada total a favor del #añomolon.

Así que, esa es mi cosa guay del 2015. Mi tesorico. Mi pequeña Be. Y va a ser lo mejor de todos los años venideros, así que... felices días a todos. 
Que encontréis en vuestra vida alguien (o algo, venga) que os la alegre de la misma manera. 
Amor incondicional, puro, desintersado y muy divertido.

Miradla: 



Besicos. Fle.

lunes, 28 de diciembre de 2015

Revival Youtube

Este post es de ser muy vaga. Pero, en serio, nunca haré más por vosotros, nunca.

Estos tres vídeos son los sitios a los que siempre vuelvo cuando necesito reírme, son clásicos que seguro que habéis visto mil veces, pero esto como lo de Charlie, o lo de la cabra, son cosas que necesitamos tener en este blog.

Empiezo por un clásico. Contigo no, bicho. O las cosas que uno cuenta cuando vuelve por la mañana de marcha.




El segundo tiene tanto y a la vez tan poco de mí que me muero de risa siempre. Yo era una adolescente saltarina y alocada, pero quiero pensar que un poco menos pava...



Y luego está el maravilloso mundo de las preguntas y respuestas. Es largo, pero merece la pena. Aprenderéis cosas tan importantes como lo que le dijo el barquero a la niña...


 

Lo mejor de las pifias de youtube es pensar que no es que alguien la caga, qué va, es que alguien tiene el suficiente sentido del humor como para cagarla y subirlo.


Y, aún a riesgo de que a mi co-blogger le dé un ictus, mi favorito incomprendido: I love cats

 


Bonus track: una de mis páginas favoritas de todos los tiempos. 

domingo, 27 de diciembre de 2015

Feliz Navidad, mejor siempre con Big Band

Tres de tres, que esto es tradición. 

Un christmas en versión Big Band, este año con la maravillosa voz de Paul Carrack. Es solamente para darte las gracias, Gordi. Por inventarte esto, por mantenerlo durante tres años, por todo el curro que hay detrás de este chiringuito y por poner por delante de otras cosas el espíritu de las quince cosas.

Y por lo de siempre, por ser amiga, musa, coblogger, cómplice en el crimen y cotodo en general. 

Espero que tu 2016 esté lleno de cosas maravillosas. Te las mereces.


viernes, 25 de diciembre de 2015

Feliz Navidad

Puedes quedarte con el tono de esta:


Con el de esta:


O con el de esta:



Tú decides el tono.

Feliz Navidad

jueves, 24 de diciembre de 2015

All I want for Christmas

Quiero regalos. Quiero buena salud. Quiero un novio buenorro. Quiero que mi familia y amigos sean felices.
Pero este año, más que nunca, lo que de verdad me hace una mujer dichosa y cómoda en su cuerpo curvilíneo  esta Nochebuena es el jamón.


I don’t want a lot for Christmas, there is just one thing I need.
I don’t care about the presents, it’s all about the Christmas feed.
It’s Christmas so you know that means; I’ve locked away my skinny jeans.
So what more can we do? All I want for Christmas is food.

I don’t want a lot for Christmas, there is just one thing I need.
And it’s bread and crisps and chocolates, don’t feed me no leaves or seed.
Cause I won’t leave no cake or cookies for Santa on the fireplace,
I want all the cake and cookies shuffled right inside my face.
Cause I know at this time of year I’ll drink so much wine and beer,
but after all that booze all I want for Christmas is food.

Oh, I wont ask for much this Christmas, no fancy bags or useless shoes.
A sack that’s full of salty snacks will make my Christmas dreams come true.
Cause  all year round I’m semi healthy   to look  good when I hit the town,
but I don’t need likes on my selfie , it’s Christmas so I’m chowing down.
And if you feel you’re getting plumper hide it with a Christmas jumper.
What more can I chew? All I want for Christmas is food.

Oh, all my clothes are clinging so tightly everywhere,
I should probably eat a salad but I don’t really care.
You wanna see me porky, just feed me ham and turkey.
Santa won’t you bring me the things I really need?
It’s a pizza with extra cheese.

I don’t want a lot for Christmas, this is all I’m asking for.
I just want to eat alone what could  feed a family of four.
I just wanna eat it all and super size, don’t make it small.
Make my wish come true, all I want for Christmas is food.

La Rizos

miércoles, 23 de diciembre de 2015

La Fontana di Trevi

Estuve por primera vez en Roma en Septiembre de 2005. Era mi primera reunión internacional, estaba tan aterrorizada como ilusionada con la experiencia. Con algunos colegas, nos las ingeniamos para encontrar tiempo para pasear por la ciudad y disfrutarla. Entonces, para mí Roma era un lugar totalmente desconocido y, simplemente, me dejaba guiar. Así, callejeando por las calles peatonales del centro, no me imaginaba que, girando una esquina aparecería, allí, en mitad de la ciudad, una fuente inmensa e impresionante. La Fontana di Trevi. Recuerdo la sorpresa, la admiración, la impresión que sentí al ver aquella fuente bella, inmensa, viva, alegre e inmensa. Me parecía imposible que estuviera allí, en mitad de una ciudad, entre callejuelas estrechas y hordas de turistas. Se convirtió en uno de esos lugares de los que dices “me gustaría volver”. Entonces, no sabía si volvería ni cuándo lo haría.

Volví, sí, pero mucho después, más de siete años después. En ese segundo viaje, Roma seguía siendo una desconocida, apenas recordaba cosas de esta ciudad magnífica. Hacía mucho frío y nevaba. Nieve en Roma. Roma con nieve es el lugar más tristemente romántico del mundo. La Fontana con nieve es maravillosa.

El tercer viaje a Roma, en Enero del año pasado, inició una locura romana en mi vida. De repente Roma se convirtió en el destino de la mayoría de mis viajes laborables. Ocho veces he estado en estos dos últimos años, ocho veces. Han sido viajes variados, en invierno, en verano, en otoño. Viajes laborales divertidos, horribles, buenos y no tan buenos. La he visitado sola y con compañeros de viajes variados, incluyendo gente a la que quiero mucho. En todos los viajes, he vuelto a la Piazza di Trevi a ver la Fontana. En todos. Incluso después de prometerme que no volvería a ir, porque ya era casi una obsesión. Así, he visto la Fontana cubierta de andamios y sin agua, y he seguido todo su proceso de restauración, cómo iban desapareciendo los andamios y como, poco a poco, iba apareciendo la fuente que se escondía, tras ellos.

En mi última visita, hace unos días, sabía que ya la vería totalmente descubierta y restaurada. Fue difícil encontrar un rato libre en una semana de duro trabajo, pero lo de ir a las 8 de la mañana fue una idea estupenda. Fue fácil encontrarla, yo diría que ya puedo moverme por muchos lugares de Roma sin necesidad de mapa. Y, según me acercaba, oír el agua cayendo en la fuente ya me puso la piel de gallina.

Ahí estaba, magnífica, enorme, bella, espléndida, sorprendente y tan limpia y blanca que casi brillaba. Volver a verla fue casi como verla por primera vez, con la ventaja de que, a esas horas de una fría mañana de Noviembre, casi no había gente. Fue un auténtico lujo estar allí un rato, hacerle mil fotos, mirarla desde mil perspectivas, observar las olitas que el agua forma y que, si te acercas demasiado, te salpican.

Como todas y cada una de las veces que he ido, tiré una moneda.

Quiero volver a Roma, quiero volver a la Fontana.

Roma me hace feliz, La Fontana di Trevi me hace feliz.

Y espero volver hasta cansarme.

Las fotos, una de cada una de las visitas que he hecho a la Fontana, a Roma. Diez, diez ya.












lunes, 21 de diciembre de 2015

Siempre me quedará París

Este blog de alegría y buen rollo lleva con nosotros tres años. Casualmente, yo llevo tres años yendo a París.

El primer año fui con Mikel. Nos quedamos 4 días en casa de una amiga y nos pateamos la ciudad de arriba a abajo. Lo que más me gustó fue Monmartre. La ruta de Amélie, el Sacre Coeur, todo el ambiente navideño, los pequeños restaurantes coquetos...


El segundo año pasamos de refilón por París y nos quedamos 4 días en Disney. Yo disfruté como una enana. Nos subimos a todo lo subible, repetimos unas 8 veces en "The Hollywood Tower Hotel", nos hicimos fotos con todos los personajes que nos encontramos...


Este año he ido solo un día. Fui con mi amiga Eva, que no había estado nunca. Nos cogimos un avión a las 8:45 y volvimos en el de las 20:30. Llevábamos una ruta súper estudiada y vimos todo lo importante: Torre Eiffel, arco de triunfo, Campos Elíseos, la ópera, el Louvre... Fue un día agotador pero maravilloso.


Y claro, a estas alturas, para mí París es como una vieja amiga. Una amiga que conozco, con la que estoy a gusto, que me comprende y que me habla. De hecho, ahora mismo oigo como me dice claramente: "Mahira, cariño. La próxima vez que vengas, tráete unas botas nuevas".

Mahiraless

miércoles, 16 de diciembre de 2015

15 #COSAS (Bueno, solo es una...)

Este año no me dejan hacer listas...

(Nótese que es lo primero que digo, porque a mí es que al final de año me gusta una lista más que a un tonto un lápiz. Bueno, siempre me gustan las listas.)

Así que me puse a pensar en qué cosa bonita destacaría de este año 2015. Al principio pensé que me iba a costar mucho, ¡escoger sólo una cosa de casi un año entero! ¡Pufffff! ¡Qué difícil! 

Pero resulta que no. Que tengo bien claro cuál ha sido el momento más bonito de todo el año, mi momento favorito, sin dudarlo un segundo.

Pasó en Abril. En el viaje que hicimos a Italia con nuestros padres. Concretamente, el día que estuvimos en Venecia. La tarde que nos montamos en una góndola. 

No me olvidaré jamás de lo feliz e ilusionada que estaba mi madre. Dijo, riendo: "yo quiero ir como las princesas". Y así fue. Escogimos la góndola más bonita que había por allí; ella se colocó en un asiento recubierto de terciopelo rojo y con pintura dorada. Se la veía feliz, feliz, FELIZ. Saboreando cada segundo de ese paseo en góndola que seguramente pensó que nunca haría, que era algo que sencillamente ella no iba a disfrutar. Pero sí: mi madre estaba allí, en Venecia, en un día estupendo, paseando en góndola como una princesa.

Le hice muchas fotos que a veces miro (sobre todos esos días en los que más la echo de menos), y me emociono mucho al ver su expresión radiante y cómo le brillaban los ojos de felicidad. Qué guapa es y qué maravilloso recuerdo guardaré para siempre.

Así que aquí está mi #COSA. Y si se me permite, también uno de mis deseos para el 2016: quiero más momentos como ese. Momentos de pura felicidad, como si el mundo entero se redujera al aquí y el ahora. Momentos que se te quedan en la retina y en el corazón. Momentos que te sacan una sonrisa feliz cada vez que te acuerdas. MOMENTOS, en mayúscula... 

Lola

martes, 15 de diciembre de 2015

The Chun & the Gos

Hemos evolucionado. Tenemos nombre. Somos,  The Chun & the Gos. ¿Por qué? Porque somos muy chungos. ¿Que os da mal rollito? Noooo. Que somos los mismos del vídeo bollywoodero de hace dos años y de las monjillas del año pasado. Que hemos vuelto, que estamos aquí para daros buen rollo y, espero, muchas risas.

¿Que nos queréis ver? Aquí nos tenéis.



Somos frikis. Somos chungos. Somos así. Y lo que nos reímos siendo como somos. Y claro, luego tenemos que hacer cosas chungas, como el vídeo (sí, he dicho vídeo) con el que os voy a deleitar este año.

Os presento, Venecia, o la versión empeorada mejorada de la canción de Hombres G. Si os parece que está gran parte rodado en Milán, no lo dudéis, es Milán. Un fallo lo tiene cualquiera. Ah, y si no coincide lo que cantamos con lo que está sonando, estáis en lo cierto. Y sí, nos fuimos con jerseys a rayas a Venecia. No podía ser de otra manera. 

Espero que os dé el buenrollismo que nos da a nosotros. ¡Qué divertido! ¡Qué gran viaje! Sólo hemos tardado dos años en tenerlo preparado, pero el día del estreno nos reímos taaaanto. Aquí lo tenéis. Espero que lo disfrutéis.

Gracias a Margarulia por ser tan creativa y estar siempre en marcha, porque sin la chunga mayor no seríamos nadie. Es que eres única. Y a Javi por sus grandísimas ideas y por dirigirnos tan bien y, sobre todo, con tanta paciencia (que se necesita mucha).

Sed felices. Y buenrollismo a tod@s.  

lunes, 14 de diciembre de 2015

Dosmilquincenitis

Este año que se va, más que vivirlo, lo he sufrido. Como una gripe, un esguince o una pulmonía. He tenido dosmilquincenitis y me ha provocado bastante malestar. Ni el reposo, ni las medicinas de la amistad o la familia han sido suficiente. Sólo el tiempo ha ido curando las heridas. Las cicatrices quedarán más disimuladas en unos casos, tal vez un pelín infectadas en otros. Pero el caso es haber sobrevivido, que tener dosmilquincenitis no es asunto baladí.

En medio de los achaques, no obstante, ha habido momentos de salud, luz, alegría y amor... Y como llega la supuesta época de disfrutar de todas esas cosas, pues vamos a resaltarlas, que para males ya tenemos bastantes con sintonizar los noticieros.

Frente a las decepciones de la amistad con que empezó el año, surgieron dos personas que le dieron sentido a ese mismo concepto: F y M me acompañaron a lo largo de los primeros tres meses del año, entre risas, cervezas, hamburguesas y demás marranadas alimentarias que me llevaron a tomar la determinación de ponerme a régimen severo y cambiar de estilo de vida, ya que estábamos. Pero antes de esto último, el invierno pasó rápido y liviano. Gracias a ellos me reconcilié con la física, aprendí un montón de cosas nuevas y empecé a valorar la posibilidad de ver el mundo y la vida con otros ojos.

La primavera trajo consigo la necesidad de aferrarme a mí misma en los momentos de flaqueza. Es importante tener apoyos, en la familia, en los amigos. Pero el primer soporte vital para tirar adelante ha de ser uno mismo. Tras meses de estar muy vulnerable y con unos niveles anímicos muy bajos, decidí que tenía que trabajarme a mí misma más allá de la introspección y del autoanálisis. Había que hacerse fuerte. Y la mejor manera de fortalecer la mente es proponerle retos que impliquen una resistencia física. Así que un día llamé a un colega del coro, que es triatleta y le propuse que fuese una especie de "personal trainer". Y así empezó todo. Al principio eran sesiones cortitas, dos veces por semana. Luego se fue alargando la cosa, tres días por semana. Llegó el verano y el calor pero nada podía con mis ganas de salir a correr. Y llegó el mes de septiembre y empecé a combinar los entrenamientos corriendo con la piscina. Lo mejor de este año ha sido quitarme un lastre de 15 kg porque, más allá de lo bien que se ve una en el espejo, la sensación de sentirse ágil, menos voluminosa, fuerte, en forma, con más salud... todo eso es impagable. Hacía muchos años que no usaba la talla que llevo ahora, eso también es un plus, para qué vamos a engañarnos. Pero lo primordial no es cómo estés ni cómo te veas, sino cómo te sientas. Insisto, ha sido lo mejor que me ha dado este año.

No hay años perfectos. Siempre las hay de cal y de arena, a veces a partes iguales, a veces no. Por regla general solemos notar más las adversidades porque nos pesan, nos amargan, nos duelen. Y siempre tenemos la sensación de que todo lo bueno que nos pase no compensa. Pero no es verdad. Hace ya bastante tiempo que me reafirmo en que la vida es maravillosa. Y la prueba está precisamente en cómo nos afecta cuando no podemos disfrutarla en su inmensidad, tanto como cuando la disfrutamos por completo, aunque sea fugazmente. 

Este año que se va, más que sufrirlo, lo he vivido. Porque cuando me ha faltado la sonrisa, he tenido delante ojos brillantes; si la amargura me enfrió en algún momento, siempre tuve a alguien cerca que me dio calor con su sonrisa; frente a la soledad y el dolor que me causaron la muerte de mi querida abuela, vinieron a mí muestras de todo el amor que tengo en la vida.

Al final, el 2015 no ha sido una enfermedad. Ha sido un examen. Un examen muy difícil para que el que no estaba lo suficientemente preparada, seguramente. Sin embargo, he llegado hasta aquí. E, incomprensiblemente, lo he hecho con ganas de seguir adelante y hasta con ilusión y esperanza en el futuro, quizá porque ahora me trabajo mejor el presente, quizá porque creo que ya me toca un poco de tregua. En cualquier caso, como en todos los exámenes, he aprendido mucho; de mí misma, de las personas que tengo alrededor, de las personas que quiero tener alrededor y de la vida, que se escapa a mucha más velocidad de la que pensamos y que, venga con lo que venga, tenemos que hacer lo posible por vivirla plenamente. 

Que paséis unas felices fiestas y que dentro de un año, seamos más los que dejemos nuestra huella por aquí. 



jueves, 10 de diciembre de 2015

El vídeo de Bich‏

Toda la vida diciendo que a mí la música psé, que por mí que no hagan más música nueva y que si tuviera que renunciar a algo de ocio sería a escuchar música...y al final, este 2015 es una de las cosas que me han salvado de la locura. 

Pero la música de fuera de casa, la que te hace vestirte, arreglarte un poquito y quedar con gente. Que además he tenido la suerte de ir a todos esos sitios con personas a las que quiero. 

Este año he llorado de risa oyendo canciones de lo más bestias en lo de Venidos a Menos, he dado saltitos de fan viendo a Kelsey Grammer, Matthew Morrison y LA Chenoweth, me he emocionado con Matilda, he flipado viendo cuádrigas en Aida, me he despedido de Roxette, he vuelto a la preadolescencia con Rick Astley y he renovado mi amor por Hombres G para 30 años más. Dos veces. Y durante todos esos ratos he sido completamente feliz. No había penas, dramas familiares, rupturas, hospitales ni nada. Sólo la música y yo. 

Hace meses que sabía que mi primer post en las #15cosas iba a llevar este vídeo. Porque esta canción sólo me transmite buen rollo, es imposible que no se te muevan los pies con ella. Así que me callo y a bailar.

   

PD. Lo que no sabía hasta hace muy poco es que había segunda parte. Con la misma canción, pero igual de chulo. Y que youtube no me deja insertar. Lo buscáis.


Este post es de Bich.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Hola, corazones

Hola, corazones.

2015 empezó fatal. Pero fatal fatal. Muchas movidas laborales que me hicieron pasar un infierno durante tres o cuatro meses. Y eso acaba afectando a toda tu vida.

Yooo,soy un perdedor. I`m a loser baby...  

Peeeeero como no hay mal que 100 años dure, y como la mierda cuando pasa tiempo se seca y se encoje y ya no huele, mi año ha ido mejorando conforme se acercaba el verano. Y ha seguido mejorando hasta ahora.

Mientras escribo esto, miro atrás y me sale un sonrisa al recordar.

Al recordar Galicia. Galicia me encanta, se ha convertido en mi visita imprescindible de cada verano. 
Y no por la comida, no por los paisajes, no. Por el fresquito. Dormir la siesta tapado no tiene precio cuando vives a 40º a la sombra.

Al recordar a mis gatas. Vale que las tengo todo el año conmigo. Sí, pero cada día disfruto de ellas y cada día me arrancan una sonrisa con sus tonterías de gato. Alegrándose cada vez que llego a casa como si no me hubiesen visto en 2 meses.

-Miau.
-Miau tú.

Al recordar mis viajes a Madrid. Me encanta viajar a Madrid, pasear por el centro, ir a museos, ir de tiendas, ponerme muy cerdo comiendo. Porque sí, vivir en una aldea (a 40º) me ha convertido en un moderno Paco Martinez Soria.

Al recordar mis escapadas de este año a Murcia, ciudad que llevo en mi corazón, y que redescubres cuando viajas acompañado y enseñas la ciudad. Ay, el Keki Street Food... SI VAIS A MURCIA PASAD POR AHÍ.

Después de unos 8 años o más, he vuelto a ver "El Tenorio" en el Teatro Romea. Me encanta esa obra y esos actores, pero como tengo un raro equilibrio entre flipao y vergonzoso, no me levanté y grité como una grupie de Bisbal por vergüenza en tres o cuatro ocasiones.

Al recordar mis tomateras. Sí, he plantado tomates raff en mi terraza y por ahora van creciendo. Son mis niñas... y estoy deseando que den tomates para comérmelos.

Sonrío al recordar mi escapada a Granada. Bueno, mis dos escapadas a Granada de este año. A chez Pe. En las que a pesar de sus intentos porque no llegue dándome ubicaciones falsas de su casa, siempre consigo llegar y me tratan a cuerpo de rey. Incluso me guardan tarta! (ay que rica).

Este año también he desvirtualizado a personas que si ya eran maravillosas en 2.0, en la vida real han superado todas las espectativas. Unos rizos mucho más frikis y simpáticos en persona, y unas hermanas fridettes encantadoras, amor puro y del bueno (ya se sabe que se nos conquista por el estómago).

Así que echando la vista atrás, todas las cosas buenas de la segunda mitad del año superan y mucho al comienzo epic mierder. Son muchas, más de las que a priori creía. Quizás porque tendemos a no valorarlas y nos quedamos con las malas.

Y los dos meses que faltan vendrán cargados de cosas bonitas. Una quedada con amigos de la universidad, en la que iremos todos con bigotes rarunos, un par de viajes a Madrid... y cosas que van pasando día a día y no por ello dan menos felicidad, como disfrutar de las personas que conoces, ya sea en persona, wasap o twitter.

Y es que la felicidad amigos y amigas, la verdadera felicidad la encuentras en las pequeñas cosas (un pequeño yate, una pequeña mansión...)


 Dramatización basada en hechos reales.

Felicidad y croquetas para todos. Besos.

Breadbimbo


@breadbimbo_

lunes, 7 de diciembre de 2015

Hogar

Yo soy una maldita afortunada y no me canso de decirlo.

Pero no os equivoquéis: 2015 ha sido un año de mierda también para mí.

Me he quedado sin trabajo (otra vez), he sufrido una ruptura amorosa bastante triste y he tenido que volver a casa de mis padres con las orejas gachas por… no sé, cuarta o quinta vez en mi vida. A veces creo que estoy encerrada en un círculo vicioso de infortunio y que nunca saldré de aquí del todo, pero es que un trocito de mí misma tampoco quiere hacerlo.

Porque escuchadme bien, que de otras cosas no pero de esto entiendo un poco: lo importante no es cuántas veces pierdas el rumbo y te equivoques. Lo importante es que siempre tengas un sitio cálido al que volver. Un abrazo que te esté esperando. Amigos de verdad que sepan sacarte de nuevo la sonrisa. Alguien que te quiera por encima de todo. Mi tupper de croquetas. Mi bata recién lavada. Un rincón donde sentirme en casa.

Miro a Nico, mi gato, tumbado al sol en el salón de la nueva casa que le hemos impuesto -a la que se ha adaptado con una rapidez pasmosa- y me siento un poco estúpida por lamentarme tanto a veces. La vida sigue, aún estoy aquí con mis rizos al viento y se pongan lo mal que se pongan las cosas hay que adaptarse y seguir nadando. O meando en otros areneros. O comiendo moncherises. O bebiendo gintonicses. Hay que seguir sonriendo porque quedan muchas cosas por las que hacerlo.

 He tardado muchos años en comprenderlo, pero mi familia y mis amigos son lo mejor de mi 2015. Y de todos los años anteriores, claro. Y tenerlos conmigo es la única cosa que me rescata del fantasma de las Navidades pasadas, presentes y futuras. Son mi verdadera constante, mi hogar. Mi vino blanco bajo el sol.

Espero que vosotros también tengáis un hogar al que volver… bien sea una casa familiar, (lights will guide you home and ignite your bones) un número de teléfono al que llamar o un gato que os colme de ronroneos cuando nota que estáis tristes.

Un besazo y feliz año nuevo para todos.


viernes, 4 de diciembre de 2015

Cosas que le diría a mi yo del pasado

Este año me he apuntado por primera vez para ser un Rey Majo (la de este año ya está cerrada, pero podéis apuntaros aquí para que os avisen cuando abra la del año que viene), así que en breve recibiré una carta de una persona en situación desfavorable y le enviaré un regalo. También te piden que les envíes “una nota transmitiendo tus ánimos e ilusión. Es la parte que más les suele emocionar”.

Toma ya.

¿Y qué le digo yo a alguien que lo está pasando mal y que no suene falso ni condescendiente?

Con ese runrún llevo desde principios de noviembre.

La conclusión es que le diré lo mismo que me diría a mí misma cuando he estado en situaciones malas (y lo mismo que le dice Tokue a Sentaro en Una pastelería en Tokio): que todo se solucionará. 

Pero que te lo tienes que currar tú mismo (como hace Matt Damon en Marte*).

Confía menos en los demás y más en ti misma.

Exige menos a los demás y más a ti misma.

No tengas miedo de pedir ayuda.

Disfruta de la amabilidad de los desconocidos y sé tú también un desconocido amable.

No te quedes quieta: construye, muévete, haz cosas nuevas, lo que sea. No te encierres en ti misma porque es imposible esconderse del dolor, tienes que dejarlo atrás.

Da las gracias por tener mala memoria.

No dejes de amar, aunque duela. Precisamente por eso. Como decía mi abuela: si te duele, es que lo tienes.

No pierdas el tiempo con gente que no te aporta nada.

Canta. Seguramente sea la persona que peor cante del mundo y la que más disfrute haciéndolo.

Esta cuando necesites desahogarte:


Esta cuando quieras animarte (o deprimirte porque el monstruo de Frankenstein baila mejor que tú):



Esta porque sí, porque es Gene Kelly:


Esta cuando una joven novicia te pida consejo:


Y sobre todo, recuerda que la mejor venganza es ser feliz.

Y si todo falla, CHOCOLATE.





* SPOILER: no, no os estoy animando a cultivar patatas con vuestra propia caca.

jueves, 3 de diciembre de 2015

¿Y yo, de quién soy?

2015 es un año bastante neutro en el que las cosas buenas se alternaron con las malas dándole un equilibrio bastante majo. Procedo a enumerar algunas, que no a listarlas, de forma alterna: Mikel y yo decidimos casarnos, vino mi madre de visita, han llegado tres bebés adorables a mi vida, vino mi madre de visita, me han subido el sueldo, vino mi madre de visita, he conseguido ahorrar un poco para la boda, vino mi madre de visita.... Bueno, os podéis hacer más o menos a la idea.

Con la excusa de los bebés de mis amigas (Diego, Enrique y Alex) he tenido que mirar muchas tiendas de juguetes. Y no he comprado nada para ellos. Pobres. Pero mi locura por los minions y los erizos ha ido aumentando. Lo cual me ha hecho plantearme una pregunta... ¿Qué soy? ¿Más loca de los minions o más loca de los erizos? Necesito vuestra ayuda, y para eso os presento mis dos colecciones. 


Como veis, hay muchas cosas y muy variadas en ambos lados, y por eso me cuesta mucho decidirme. A ver si puedo acabar el años decantándome por una obsesión en concreto.


P.D.: Jijijiji, he colado una lista pequeñita. Me gusta el riesgo. 

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Fifteen things are coming… to town

Oh! You better watch out,
You better not cry,
You better not pout,
I'm telling you why:
Fifteen things are coming to town! 

They’re NOT making a list,
But tweeting it twice,
Gonna find out who's writing a post
Fifteen things are coming to town! 

They see you when you're tweeting,
blogging or instagram(ing)
they know if you've been bad or good,

So no lists for goodness sake! 
Oh! You better watch out,
You better not cry,
You better not pout
I'm telling you why:
Fifteen things are coming to town!

Y ahora os buscáis unos colegas, os ponéis unos ugly sweaters y la cantáis como Jimmy. Es una orden.





Annie Hall

martes, 1 de diciembre de 2015

El amor

Lo de las #15cosas es un acto de amor.

Aún no tengo claro si a la moribunda blogosfera personal, a nosotros mismos, a los amigos, al buenrollismo porque sí, al propio amor o a todo junto. El caso es que no importa. 

Lo de las #15cosas es un acto de amor. 

Y de quererse, de querernos, de querer dejar atrás, aunque sea por unos días, la maldad y la chunguez que nos rodea, de querer compartir cosas bonitas, sobre todo por eso del karma que dice que cada uno da lo que recibe, como dice Drexler. 

Y nosotros, todos los que jugamos a esta cosa blogosférica un poco loca, un mucho anárquica y un todo buenrollista, queremos que el karma nos trate bien, porque nos lo merecemos. Igual por eso jugamos a las #15cosas. O igual es sólo porque es molón y se hacen amigos, vete a saber...

Lo de las #15cosas es un acto de amor y, ya saben,

¡Comenzamos!